En los eSports FPS (First Person Shooter), la velocidad y la precisión lo son todo. Juegos como Counter-Strike 2, Valorant, Call of Duty o Rainbow Six Siege ponen a prueba los reflejos y la coordinación en equipo. Para destacar en este tipo de competiciones, no basta con tener un buen PC: el monitor gaming es el aliado que permite aprovechar al máximo cada fotograma.
Mientras que un monitor estándar de 60 Hz puede quedarse corto, los monitores de 144 Hz, 240 Hz o más ofrecen imágenes fluidas y reacciones más rápidas. En un enfrentamiento competitivo, esa fracción de segundo puede decidir la partida. Por eso, los profesionales de eSports FPS invierten en pantallas de alto rendimiento diseñadas específicamente para el juego competitivo.
El BenQ Zowie XL2546K es considerado el monitor por excelencia de los eSports. No solo ofrece 240 Hz y un tiempo de respuesta ultrarrápido, sino que incorpora la tecnología DyAc+, que mejora la claridad en escenas rápidas reduciendo el motion blur.
Su tamaño de 24,5 pulgadas es el preferido en competiciones, ya que permite abarcar toda la pantalla sin mover la vista. Además, BenQ ha diseñado este modelo con funciones como ajustes de color personalizados, modos de juego preconfigurados y un soporte ergonómico que facilita largas sesiones sin fatiga.
📌 Ideal para: jugadores que quieren un monitor probado en torneos oficiales, con un equilibrio perfecto entre rendimiento y durabilidad.
El ASUS ROG Swift PG259QN fue uno de los primeros en alcanzar los 360 Hz, marcando un nuevo estándar en el mundo gaming. Esta tasa de refresco garantiza movimientos ultrafluidos, permitiendo que cada disparo y reacción se registren de manera instantánea.
Incluye compatibilidad con G-Sync y Reflex Latency Analyzer, lo que ayuda a medir y reducir la latencia total del sistema. Esto significa que no solo el monitor es rápido, sino que también trabaja en conjunto con tu GPU y periféricos para optimizar la experiencia.
📌 Ideal para: quienes buscan el máximo nivel competitivo y quieren jugar con la misma tecnología que usan los profesionales de eSports FPS.
El Alienware AW2524H revolucionó el mercado al ser el primer monitor con 500 Hz, lo que lo convierte en el más rápido disponible en 2025. Con semejante tasa de refresco, se asegura que cada milisegundo se aproveche al máximo, reduciendo la latencia a niveles mínimos.
Su diseño también está pensado para los gamers más exigentes: un panel IPS de alta calidad con DisplayHDR 400 y compatibilidad con G-Sync. Aunque está orientado a un público muy especializado, representa el futuro de los monitores gaming.
📌 Ideal para: jugadores profesionales o entusiastas que buscan la tecnología más avanzada sin importar el precio.
El MSI Oculux NXG253R combina lo mejor de NVIDIA G-Sync con una tasa de refresco de 360 Hz. Su tiempo de respuesta de 1 ms asegura transiciones rápidas, mientras que su certificación NVIDIA Reflex ayuda a minimizar la latencia en cada interacción.
Además, incluye características adicionales como un diseño ergonómico y un panel que ofrece colores vivos y un buen rango de brillo, lo que lo convierte en una opción versátil para quienes buscan un monitor competitivo sin renunciar a la calidad de imagen.
📌 Ideal para: gamers que necesitan un monitor equilibrado entre rendimiento competitivo y buena fidelidad visual.
El LG UltraGear 27GN950-B ofrece una propuesta diferente dentro del ranking. Aunque su tasa de refresco es de 144 Hz (overclockeable a 160 Hz), destaca por ser un monitor 4K UHD de 27 pulgadas, ideal para quienes combinan gaming con creación de contenido.
Su panel IPS proporciona una excelente reproducción de color y es compatible con HDR600, lo que lo hace ideal para diseñadores, editores de vídeo y streamers que necesitan calidad de imagen además de rendimiento.
📌 Ideal para: jugadores que no solo buscan velocidad, sino también resolución y precisión de color en un mismo monitor.
Diversos estudios y pruebas de laboratorio han demostrado que un monitor gaming de altas tasas de refresco puede mejorar el rendimiento de un jugador en hasta un 30 % más respecto a un monitor estándar de 60 Hz. La diferencia es clara: mayor suavidad, menor ghosting y reacciones más rápidas.
Los jugadores que usan monitores de 240 Hz o más tienen una ventaja competitiva, ya que perciben los movimientos de sus oponentes antes que quienes usan pantallas más lentas. Esto convierte a los monitores gaming en una herramienta esencial, no un simple accesorio.
El mundo de los eSports FPS exige precisión y velocidad. Si quieres competir en este terreno, necesitas un monitor a la altura. Modelos como el BenQ Zowie XL2546K y el ASUS ROG Swift PG259QN son opciones seguras para jugadores competitivos. Si lo tuyo es ir un paso más allá, el Alienware AW2524H con 500 Hz ofrece lo último en tecnología.
La elección dependerá de tus necesidades:
Máxima competitividad: BenQ o ASUS.
Velocidad absoluta: Alienware.
Equilibrio entre juego y trabajo: LG UltraGear.
En definitiva, un monitor gaming optimizado para FPS es la clave para mejorar tu rendimiento y disfrutar de una experiencia de juego al más alto nivel.